Tengo ya una edad Alfredo, 58...
Dicen la edad de la serenidad, de la aceptación
de ti mismo...
La aceptación de tu cuerpo, que ya no da
para locuras pero estas bien... carajo !!! Sigues pudiendo con todo..., puedes porque
eres soberano de tu voluntad, tu disponibilidad, tu tiempo... aunque “todo” requiere
su tiempo, más tiempo...
Ni siquiera sucumbes a tu pròpia angustia,
tu sobérbia, tu ego... se acabó correr sin sentido como pollo descabezado !!! Tu
cuerpo te pertenece y por fin se acompasa a tu alma...
La aceptación de tu personalidad, has
vivido lo suficiente para entender que tus sueños no se miden en éxito o fracaso...,
soñar..., seguir soñando ya és una victoria en si mismo..., es vivir con la dignidad
de intentarlo...
Tengo ya una edad que susurra... dispones ciertamente
de menos tiempo por delante del que ya ha transcurrido por detrás..., inevitable
hacer balance.
Balance..., ¿Qué ha sido mi vida sinó un
continuo luchar porqué y para qué?... ¿Qué va a transcender de nosotros cuando
ya no estemos?
De todo ello hablámos hace años Alfredo, te
lo preguntáste cuando ibas a cumplir 63, la edad en que murió de accidente mi
padre..., se le apagaron de golpe sus sueños creyéndose incombustible..., cruel
paradoja del destino.
Otra paradoja del destino Alfredo, hoy que yo
me acerco a esa edad, tu también te has ido..., así sin rechistar..., aún resuenan
dentro de mi tus últimas palabras en aquel maravilloso e intimo viaje que
hicímos juntos hace un año a la Cordillera...
“mirá
Josep...ya sé que este cancer se me puede llevar por delante, pero yo voy a
luchar..., aunque sea estèril..., porque en cierto modo en esta vida siempre he
hecho lo que me ha venido en gana, soy el único dueño y responsable de mis
aciertos y mis errores, así que yo voy a luchar por vivir y no hay otra...“
Tremenda enseñanza de vida Alfredo...
He tenido el privilegio de crecer contigo como
persona, aunque por generación entre mi padre y la mia no te correspondia, en
mi juventud fuiste para mi un referente profesional, pero que creia en mi más
allà de la sombra alargada de mi padre que todo lo ocupaba, me angustiaba, me
atenazaba...
Años mas tarde vine y te mostré mi programa
de recomendaciones, base de datos relacional, generación de estadisticas, una aplicación
completa de parametrización tecnico-agronómica abierta que me llevó incontables
noches de programación “a pelo”, quemándome las pestañas mientras sobrevivia de
dia con cualquiera ocupación que me permitiera continuar el proyecto...
Solo tú y Francesco Guarino en Italia
supisteis entender el alma que havia detrás del código..., “Josep...esto ES el
sueño de tu padre, el sueño loco de un visionario que otros locos hemos seguido,
pero esto ES obra solo tuya, tu has materializado este sueño compartido...”
Solo tu y Guarino supisteis entender que
era tambien mi deseo de redemción de hijo desterrado, una suerte de homenaje póstumo
a mi padre siguiendo su estela, también del reconocimiento que nunca tuve...
Qué mas da Alfredo que finalmente no haya
logrado que todo ello se conviertiera empresarialmente en mi sustento, puede
que paradojas del destino yo también fuera un visionario que creó algo demasiado
anticipado a las necesidades del sector. Tuve que parar la sangria,
reconvertirme, buscar nuevos estimulos...
Que mas da Alfredo, estoy en paz, mi vida es
mucho mas que mi sustento, las pequeñas cosas que austeramente me hacen feliz, percibo
la serenidad que me permite llevar la vista atras y sentirme satisfecho..., los
sueños no necesariamente se alcanzan, pero son el impulso que da sentido a tu
ser, transitar con algún propòsito e intentarlo ya es razón suficiente.
Vine acá hace un año, por primera vez en 30
años de conocernos sin plan de trabajo, por primera vez solo de turismo a
conocer la Cordillera Argentina.
Vine exclusivamente para estar contigo,
sabia que quizás era la ultima vez que te veria, queria despedirme de ti en
vida como no pude hacer con mi padre.
Allí en los 7 Lagos ante tanta belleza natural,
conversamos relajados de todo lo que nos vino en gana sin prisas, vivéncias
compartidas, anècdotas hilarantes, aciertos, errores..., 30 años dan para mucho
y debemos reconocer que los hemos vivido intensamente, eso ya es un privilegio
!!!
Balance también de cada uno, confesiones intimas
de anhelos y decepciones que se quedaron por el camino, de satisfacciones
personales, de amor, família..., de todo lo que nos mueve y conmueve, qué va a
trascender de nosotros cuando no estemos...
Ya no estàs Alfredo, pero vives presente
dentro de mi...
Fuiste referente en mi juventud, me reconociste
colega en mi madurez...
Y allí en los 7 Lagos supe que eras mi AMIGO...
y eso vale por toda una vida !!!
